Una junta de culata es una junta de estanqueidad situada entre el bloque del motor y la culata. Se encuentra en motores de combustión interna, tanto diésel como gasolina.
Su función es sellar los cilindros para mantener la máxima compresión. También evita fugas de refrigerante o aceite del motor hacia los cilindros.
¿Cómo detectar cuando una junta culata esta quemada?
La junta de culata está diseñada para durar toda la vida útil del coche. A diferencia de una suspensión, no requiere mantenimiento periódico.
Sin embargo, hay señales que indican que podría estar en mal estado:
- El nivel del líquido refrigerante está bajo: puede que haya una fuga en la junta.
- Exceso de temperatura en el motor: este elemento y el anterior están relacionados. Si falta refrigerante, el propulsor se va calentando cada vez más porque no se enfría correctamente y acabarás teniendo una avería grave de motor.
- Si el coche tiene muchos años, la junta se puede llegar a deformar, aunque no es lo normal.
- La rotura de algún manguito en el circuito de refrigeración puede provocar que la temperatura del motor suba y la junta puede acabar dañada.
- Aparece aceite en el circuito del líquido refrigerante a través de las vías de la junta: el refrigerante se pone de color negro y aceitoso y no hace su función de enfriar el motor correctamente al taponar el radiador.
- Aparece líquido refrigerante en el aceite: la temperatura y el aceite suben de nivel.
- Aparecen gotas de agua a través de la válvula de escape o un humo blanco porque el anticongelante entra en alguno de los cilindros, aunque no hay que confundir esto con la catalización de un coche, que genera vapor de agua.